La Historia de Hyrule I: En los albores de los primeros tiempos.

En algunos juegos, como en Ocarina of Time, nos cuentan que, al principio de todo, existieron tres diosas encargadas de crear Hyrule, el mundo donde se desarrollan muchas de las historias en The Legend of Zelda.

Cuando las diosas dieron por finalizada su creación, dejaron sobre el mundo un objeto, la Trifuerza Dorada, la cual descansó en el Reino Sagrado y era capaz de conceder un deseo  a quien se le acercara. Este objeto mágico era totalmente neutral, por lo cual no diferenciaba entre el bien y el mal.

Trifuerza dorada (Wind Waker)

A causa de su existencia, muchos quisieron adquirirla para malvados fines, como obtener poder. Sin embargo otros tantos desearon protegerla, para que solo aquellos con buenos deseos pudieran llegar a acercársele un día.

Así fue como comenzó la primera guerra en Hyrule. Lucharon aquellos que quisieron proteger la Trifuerza (las huestes del orden), bajo la protección de la diosa Hylia, y quienes desearon su poder para el beneficio propio (las huestes del caos), bajo la protección del dios Ganon.

Ambos dioses, se presupone, escogieron un adalid que pelearía en su nombre. En el caso de Hylia, se conoce que escogió a un héroe (el primer Link de todos los tiempos), el más excelso de los guerreros; pero cuando este afirmó llegar en nombre de Hylia para defender la Trifuerza, nadie le creyó, lo trataron de farsante y lo encerraron. Nada más fue liberado cuando Hyrule era consciente de la grave situación que estaban viviendo, pues las filas de Ganon comenzaban a coger territorio.

Ante dichas circunstancias, liberaron al héroe y lo dejaron luchar contra el mal que asolaba su tierra, pero llegó demasiado tarde. El poder de Ganon era demasiado para un simple mortal, que murió sin poder hacer más. Aquí fue cuando bajó Hylia de los cielos, y reprendió a los mortales por su comportamiento, pero aun así los amaba lo suficiente como para querer salvarlos, a ellos y al poder sagrado que juró proteger.

Así fue como la diosa alzó parte de la tierra de Hyrule para mantenerla alejada de Ganon. Rodeó este fragmento con tupidas nubes que lo protegieron durante siglos. A esta tierra se le dio el nombre de Celéstea.

Mientras, la diosa se encargó de hacer, junto con sus más allegados, algunos preparativos para cuando el héroe volviera.

En primer lugar, se encargó de mandar forjar una espada que permitiera a Link poder defenderse de Ganon, una espada que pudiera repeler el mal, la Espada Divina. Esta fue la orden que dio a los sabios, quienes confeccionaron un arma con conciencia propia, a la cual denominaron Fay, y que posteriormente se convertiría en la Espada Maestra.

Espada Divina y Fay (Skyward Sword)

Por otra parte, todos aquellos en el bando del malvado dios fueron sentenciados y condenados al Crepúsculo, es decir, fueron ejecutados, como bien nos cuentan en Twilight Princess.

En última instancia, Hylia decidió que el héroe no podía luchar contra el mal él solo, pero su condición de diosa le impedía actuar directamente sobre sus asuntos, por cual, decidió desprenderse de su forma divina y convertirse en una mortal.

Así nace Zelda, y con esta historia, comienza Skyward Sword. Ganon fue encerrado, como comúnmente se puede ver en la saga de The Legend of Zelda, pero el sello que lo contiene poco a poco se debilita, y mientras Zelda realiza un viaje para recuperar sus recuerdos como diosa, para recordar que un tiempo atrás fue Hylia, Link se encarga de potenciar sus habilidades y así hacerse más fuerte, preparándose para luchar contra el mal.

Ganon, quien bajo su forma divina sale de su encarcelamiento, es una vez más encerrado, pero éste, henchido de ira al no cumplir con sus objetivos, lanza una maldición sobre Hyrule. Cada cien años volvería, cada cien años el ciclo se repetiría, y así es como hasta día de hoy se ha forjado esta saga de videojuegos.

Terminada la historia de este juego, Celéstea, o al menos una parte de estas tierras, vuelve a vincularse a Hyrule, y la Trifuerza permanece protegida en el Templo del Presidio, lugar que quizá un día sería el Templo del Tiempo o el Castillo de Hyrule. En esta entrega, la Trifuerza Dorada fue utilizada por el héroe para pedir un deseo. La Espada Maestra vuelve también a su pedestal, para que un tiempo después un héroe llegue a recogerla para luchar contra el mal.

Siglos después, se instaura una monarquía en Hyrule, entre los hylianos, donde Zelda es su princesa. Posiblemente la Zelda de Skyward Sword se convertiría en reina y Link en rey de Hyrule, pero esto tan solo son teorías.

Una vez instaurado el reino de Hyrule, donde se mantienen buenas relaciones con las demás razas existentes, aunque aún no se han confeccionado pactos territoriales, suceden los acontecimientos de The Minish Cap. Cuenta la leyenda que antaño bajaron de los cielos unos seres llamados los minish, los cuales forjaron una espada para encerrar a los demonios que pululaban por Hyrule. Esta espada, junto con una brillante luz dorada, fueron confiados a un héroe que debía desempeñar esta función. Quizá esa brillante luz era la Trifuerza Dorada, y con ello podríamos pensar que Zelda en algún momento, bien fuera tras Skyward Sword u acontecimientos posteriores, podría haber dejado en los cielos la Trifuerza, e incluso quizá los propios Minish hubieran bajado desde la misma Celéstea para ayudar al héroe.

Como agradecimiento, se creó un festival para eternamente recordar estas hazañas. El festival sucedía justo el día en que, se decía, se abría un portal entre el mundo de los Minish y Hyrule. Estos pequeños seres solo podían ser vistos por los niños, así que nos podemos hacer una idea de qué edad tendría Zelda y Link en esta historia.

Siglos después aparece el hechicero Vaati, quien robó El Gorro Minish de los Deseos, capaz de conceder cualquier deseo, dándole a Vaati una presunta apariencia hyliana cuando en realidad su forma real era la de un minish. Vaati rompe la espada que sellaba a los malvados demonios que antaño el héroe encerró, los libera en busca de un poder misterioso que lo haría mucho más poderoso. Link busca una manera de reconstruir dicha espada, y con ello se forja la Espada Cuadruple, espada exterminadora de demonios.

Espada Cuádruple

Vaati busca algo que llama la fuerza, y que en la antigüedad fue dada a Hyrule por la gente de los cielos. En principio, quizá pueda ser la Trifuerza Dorada, tan ansiada como lo ha sido siempre por las huestes del mal, pero como posteriormente se descubre que la fuerza buscada por Vaati residía en Zelda, quizá lo que tanto ansiaba él era el poder de la diosa. Sea uno u otro, hay que recordar que no sería muy descabellado pensar que Zelda pudiera tener la Trifuerza, pues no es la primera vez que Hylia posee este poder. En Breath of the Wild, Zelda tiene la Trifuerza Dorada sin siquiera saberlo.

La diosa Hylia comenzaba a recuperar sus recuerdos, con ayuda de su lira, a partir de los dieciséis años, y con ello también recupera su poder. Si Zelda no tiene la lira o aún no posee dicha edad, es probable que ostente la Trifuerza dorada con el fin de poder defenderse de alguna forma ante Ganon o cualquier otra amenaza.

Una vez absorbido parte del poder de Zelda, pues Link consiguió interrumpir el ritual, Vaati se convierte en un terrible demonio. En este instante, el héroe usa el poder de la Espada Cuádruple, que lo dividiría en cuatro, para así derrotar a Vaati y encerrarlo. Esta espada, probablemente, dividía al héroe bajo la premisa de que los demonios son capaces de controlar y manipular las emociones; de esta forma sería más complicado controlar a Link.

Link divide su cuerpo y Vaati adopta forma de demonio (Minish Cap)

Una vez derrotado y encerado el demonio, Hyrule quedó desolado por su culpa, y Zelda, con ayuda del poder que le quedaba y el gorro minish, consigue devolver la paz a Hyrule, recuperando así el orden normal que tuvo antes de la disputa.

Siglos después el sello que encerraba Vaati se debilitaría y el demonio saldría de su confinamiento en Four Swords. Zelda en esta era sería la guardiana de dicha espada, y al percibir que algo no iba bien del todo fue a comprobar el sello, pero fue demasiado tarde, Vaati se liberó y raptó a la princesa.

Link fue testigo del secuestro y no le quedó más remedio que utilizar la Espada Cuádruple para volver a encerrar al demonio. Vaati dejaría aquí de ser un hechicero minish para finalmente participar en la saga como un demonio.

Esta historia termina con Link salvando a Zelda y encerrando a Vaati una vez más con el poder de la espada, para luego dejar a esta sobre su pedestal.

Tiempo después surgiría en Hyrule una guerra civil donde las distintas razas se disputarían el territorio y su supremacía. Posiblemente las razas que entrarían en esta guerra serían: zoras, gerudos y gorons. La guerra se podría decir que finalizaría poco a poco bajo la mano del rey de Hyrule, unificando esta tierra y confeccionando, quizá, pactos territoriales con las razas. Los gorons permanecerían en su montaña y les pertenecería, aunque los hylianos, con el debido permiso, podrían explotar las minas para conseguir bombas; a los zoras se les reconocería como monarquía y el río y cascada bajo su nombre sería de su propiedad, siempre y cuando permitieran el sustento de agua en el Lago Hylia; con las gerudos se mantendrían problemas en el desierto, al ser este pueblo uno de bandidos. Prueba de esto último se ve en Ocarina of Time, donde observamos como el rey de Hyrule se encuentra en audiencia con Ganondorf, rey de las gerudos, por lo cual las relaciones con esta tribu no se han aun consolidado.

Pasando a Ocarina of Time, la línea histórica se dividirá en tres debido a los viajes en el tiempo que realizará el héroe.

Publicado por BragiAesir

Escritora, investigadora (dedicada al estudio del mundo nórdico) y mitógrafa (estudio la mitología y los seres del folclore vikingo). Como era de esperar, no todo en mi vida iban a ser vikingos, también me gustan (entre otros muchos de mis hobbies) los videojuegos, sobre todo aquellos que marcaron mi infancia, y que conforme crecí, fui siendo consciente de la cantidad de matices que poseían. Uno de esos juegos: La Saga de The Legend of Zelda, la cual desde que comencé mi adolescencia me dediqué a analizar. ¿Podría decirse que siempre he tenido ese afán investigador y curioso? Podría decirse.

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